Melancolicos Tiempos: Tensión sexual

miércoles, 20 de junio de 2007

Tensión sexual

Cuando dos personas sienten atracción suele producirse una cierta tensión sexual. Esto ocurre independientemente de que sean conscientes de su atracción o no. Puede incluso que noten esa tensión antes de sentir la atracción. De hecho, muchas veces pueden percibirla antes otras personas de su entorno.

Los seres humanos podemos ser sumamente complejos y no siempre queremos admitir lo obvio. Si alguien nos gusta, lo primero que hay que hacer es admitirlo. Que sintamos atracción hacia otra persona no quiere decir nada más que eso. Que la atracción pueda llevarnos a una relación romántica o sexual es otra cosa completamente distinta.

Está claro que el ser conscientes de la atracción nos va a permitir gestionarla y elaborarla de la manera más adecuada y sana. Una vez superado ese punto, es posible plantear si deseamos comunicar nuestra atracción de una forma abierta a la persona en cuestión. Esto dependerá del contexto y de la situación. Y si no se es correspondido, no hay que ser pesados, quizás estábamos viviendo un espejismo. O quizás la persona deseada se encuentra ya comprometida o puede que −por diversas razones− la posibilidad de una relación con ella resulte poco realista.

Si se expresa la atracción sentida y se tiene la suerte de que la atracción es mutua y correspondida, esto puede ser fantástico, no hay nada mejor que el amor correspondido, y por eso vale la pena arriesgarse. Y si 'nos dan calabazas', no es nada del otro mundo y a la mayoría de las personas nos las han dado alguna vez. Pero, por lo menos, tendremos la certeza de que nuestra atracción no es correspondida y la oportunidad de seguir buscando.

Lo ideal es aproximarse suavemente y con cierta diplomacia y sobre todo dar tiempo para que la otra persona reaccione. Este proceso puede no ser todo lo rápido que nos gustaría, pero hay que vivirlo con armonía, evitando situaciones incómodas. Puede ser que la otra persona no sospeche nuestras intenciones y hay que darle tiempo para que explore sus sentimientos. Arriesgarse un poco puede suponer el impulso necesario para prender la mecha y agilizar el proceso de una relación.